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El último análisis de ClientEarth, que abarca a 10 empresas cotizadas que operan a lo largo de la cadena de valor e incluye también a 4 grandes empresas y distribuidores españoles, muestra que la Directiva de la UE sobre la presentación de información de sostenibilidad por parte de las empresas (CSRD) y las Normas Europeas de Información sobre Sostenibilidad (ESRS) ya están mejorando la divulgación sobre sostenibilidad en el sector de los productos del mar. Las empresas sujetas a los requisitos de la CSRD presentan evaluaciones de doble materialidad más claras, informes más coherentes y vínculos más sólidos entre la resiliencia del modelo de negocio y los impactos, riesgos, dependencias y oportunidades en materia de sostenibilidad.
Sin embargo, persisten grandes lagunas, especialmente en materia de biodiversidad. Muchas empresas siguen sin contar con planes de transición de biodiversidad consistentes, evaluaciones de riesgos desglosadas por especie y ubicación geográfica, o información clara sobre impactos en los ecosistemas. Estas carencias limitan la información disponible para los inversores e impiden que las empresas gestionen adecuadamente riesgos ambientales, reputacionales y financieros cada vez mayores.
El progreso también varía a lo largo de la cadena de valor. Los agentes en fases anteriores de la cadena de valor suelen informar de impactos ambientales más detallados, mientras que los agentes en fases posteriores se centran en la certificación y en el abastecimiento responsable, a menudo sin una diligencia debida específica para productos del mar ni datos cuantitativos sólidos.
Al mismo tiempo, las negociaciones en curso del paquete de simplificación Ómnibus amenazan con debilitar obligaciones fundamentales de la CSRD y las ESRS justo cuando comienzan a mejorar la calidad de los informes. Relajar estos requisitos reduciría la comparabilidad, frenaría el progreso y ocultaría dependencias ambientales críticas que sustentan la viabilidad a largo plazo del sector.
Para garantizar cadenas de suministro de productos del mar resilientes y responsables, los responsables políticos deben mantener el alcance y la ambición completos de la CSRD y los ESRS. Las empresas, por su parte, deben reforzar la planificación de transición climática y de biodiversidad, mejorar la diligencia debida y la trazabilidad específicas del sector, y ofrecer divulgaciones más claras y cuantitativas a lo largo de sus cadenas de valor.