La naturaleza está en peligro

El cambio climático, el uso intensivo del suelo, la industria y la contaminación suponen una enorme presión para el planeta. Los hábitats y las poblaciones de animales disminuyen a un ritmo alarmante en todo el mundo. El declive continuo no es solo un problema en sí mismo, proteger y restaurar la naturaleza es vital para hacer frente a la crisis climática.

La naturaleza se puede recuperar si todos nos comprometemos a llevar a cabo los cambios necesarios. Si logramos entenderlas y cumplirlas, las leyes pueden proteger la fauna silvestre vulnerable y los hábitats únicos. Nuestros expertos en derecho trabajan para que esto se haga realidad.

Qué hacemos

Usamos las leyes de protección de la naturaleza para desafiar a los gobiernos, evitar la caza ilegal y proteger los bosques y áreas silvestres que la naturaleza necesita para prosperar.

En el Mediterráneo, trabajamos para proteger especies como el cachalote, el delfín mular y la foca monje. Proteger estas especies no solo tiene efectos positivos en las poblaciones de mamíferos marinos, sino también en otros ecosistemas y especies acuáticas y marinas.

En Portugal, estamos recurriendo en tribunales la construcción de un nuevo aeropuerto que amenaza un humedal de gran importancia y, con él, el hábitat de unas 200 000 aves migratorias de Europa.