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ClientEarth

20 de mayo 2024

Fauna silvestre y hábitats

Portugal abandona su plan de construir un nuevo aeropuerto en el estuario del Tajo

El gobierno portugués anunció esta semana que abandonará los planes para construir un nuevo aeropuerto de Lisboa en un sitio natural protegido a nivel internacional, tras un largo proceso legal en su contra.

Abogados de ClientEarth y de la Sociedade Portuguesa para o Estudo das Aves (SPEA, BirdLife Portugal), junto con ocho ONG portuguesas, habían presentado una demanda para detener los planes de construir el nuevo aeropuerto de la capital en el Estuario del Tajo, el humedal más importante de Portugal y un refugio crucial para millones de aves migratorias.

Los planes provocaron protestas nacionales e internacionales de científicos y del público en general, y la demanda recibió el respaldo del fiscal general de Portugal, lo que llevó a las autoridades portuguesas a revisar y eventualmente abandonar los planes.

El anuncio hecho por el primer ministro Luís Montenegro significa que el aeropuerto de Montijo en el Estuario del Tajo no se llevará a cabo, pero se construirá un nuevo aeropuerto en una ubicación alternativa cerca de Alcochete.

La directora de ClientEarth España, Soledad Gallego, dijo:

Es increíble que las autoridades portuguesas estuvieran considerando construir un nuevo aeropuerto en este sitio protegido. El aeropuerto habría deteriorado significativamente los hábitats de esta reserva natural irremplazable y habría comprometido seriamente la ruta migratoria de Europa a África de las aves que dependen de esta área única para su supervivencia. La decisión de abandonar la construcción en el Tajo era la única ruta factible a seguir.

Los grupos medioambientales, que lanzaron su acción legal en 2020, argumentaron que las autoridades portuguesas no consideraron adecuadamente los impactos severos del futuro aeropuerto en las aves migratorias protegidas y los hábitats del Tajo antes de dar luz verde al proyecto.

No evaluar completamente el impacto ambiental de un proyecto, y sugerir que las aves pueden habitar en sitios cercanos, es una clara violación de las leyes de la UE y nacionales.

Gallego agregó: “Las autoridades han comprendido que construir el aeropuerto en este sitio protegido a nivel internacional sería incompatible con resolver la crisis de biodiversidad a la que nos enfrentamos. Los efectos colaterales que este proyecto habría tenido en las aves migratorias se habrían sentido mucho más allá de las fronteras de Portugal.

“Pero los aeropuertos tienen impactos climáticos globales sin importar dónde se construyan. El gobierno portugués debería preguntarse si construir un nuevo aeropuerto es compatible con sus objetivos climáticos y si está en el mejor interés de la salud de las personas y de la naturaleza”.

Después del lanzamiento de la acción legal, las autoridades portuguesas anunciaron que llevarían a cabo una Evaluación Ambiental Estratégica (EAE) para determinar la ubicación más adecuada para el nuevo aeropuerto. El anuncio hecho por el primer ministro Montenegro para construir ahora el aeropuerto cerca de Alcochete es el resultado de esta evaluación.

Notas para los redactores

Los grupos ecologistas nacionales que apoyan la acción legal de SPEA y ClientEarth son: Liga para a Protecção da Natureza (LPN), Associação Natureza Portugal (ANP|WWF), ZERO - Associação Sistema Terrestre Sustentável, Fundo para a Protecção dos Animais (FAPAS), Grupo de Estudos de Ordenamento do Território e Ambiente (GEOTA), Associação de Defesa do Património Cultural e Ambiental do Algarve (Almargem) y Associação Cristã de Estudo e Defesa do Ambiente Cruzinha (A Rocha).

El caso también cuenta con el apoyo de expertos y organizaciones internacionales, como la Royal Society for the Protection of Birds (RSPB), BirdLife International y BirdLife Netherlands.

Antecedentes regionales

El nuevo aeropuerto estaría situado en el estuario del Tajo, cerca de la capital portuguesa. Se trata de uno de los principales estuarios de Europa Occidental y es el humedal más importante de Portugal para las aves acuáticas. La zona que se vería afectada por el nuevo aeropuerto está protegida como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) en el marco de la Red Natura 2000 de la UE; como humedal Ramsar; y como Reserva Natural de Portugal.

El estuario del Tajo acoge regularmente hasta 200.000 aves invernantes y es el lugar más importante del país para la invernada de patos, aves limícolas y otras aves acuáticas como flamencos y gaviotas. Además, en cualquier época de migración, el Tajo puede acoger a más de 300.000 aves, ya que es una parada crucial para las aves migratorias en sus largos viajes.

Fundamento de la acción legal de los grupos ecologistas

En enero de 2020, la Agencia Portuguesa de Medio Ambiente aprobó la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del aeropuerto de Montijo.

En junio de 2020, ClientEarth y la Sociedade Portuguesa para o Estudo das Aves (SPEA, BirdLife Portugal), junto con ocho ONG portuguesas, interpusieron un recurso judicial ante el Tribunal Administrativo de Lisboa. Los grupos ecologistas argumentaron que la DIA del aeropuerto de Montijo, que aprueba el desarrollo del proyecto basándose en una serie de evaluaciones, es contraria a la legislación nacional y de la UE y debía anularse.

Una DIA es un documento en el que el Gobierno expone su evaluación del impacto de un proyecto en el medio ambiente. La legislación de la UE exige la realización de una serie de evaluaciones para determinar el impacto de un proyecto en un lugar protegido. Solo después de realizarse estas evaluaciones y demostrar que no se causará daños a la zona, puede continuar el proyecto.

Sólo pueden hacerse excepciones cuando no hay otras alternativas. En estos casos, las autoridades deben ofrecer una solución para compensar los daños causados por el proyecto.

En este caso, los abogados consideran que las autoridades portuguesas no han realizado evaluaciones fiables y, en su lugar, han propuesto "reubicar" a las aves que se verían afectadas restaurando zonas marginales del área protegida para compensar cualquier impacto negativo del aeropuerto.

En Portugal, la decisión de construir el nuevo aeropuerto de Lisboa en el estuario del Tajo suscitó protestas públicas y políticas. Los grupos ecologistas portugueses también expresaron su desaprobación, y los expertos calificaron la construcción de "crimen contra la naturaleza".

En los Países Bajos, miles de personas firmaron una petición contra la construcción, ya que supondría una grave amenaza para la aguja colinegra, ave nacional holandesa.