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Inmersiones peligrosas en busca de la langosta común del Caribe

ClientEarth

10 julio 2023

La langosta común del Caribe o langosta espinosa (Panulirus argus), conocida en la región como ‘el oro del mar’, es una de las especies de mayor importancia en términos económicos de América Central y el Caribe.  

Pero este negocio lucrativo conlleva que cada vez haya menos langostas en el océano, mientras que los costes ambientales y sociales no dejan de aumentar. Independientemente de su tamaño, cualquier langosta que se encuentra, se captura, lo que supone una presión constante sobre esta especie. 

Gran presión sobre el ‘oro del mar’

La langosta común del Caribe o langosta espinosa (Panulirus argus), conocida en la región como ‘el oro del mar’, es una de las especies de mayor importancia en términos económicos de América Central y el Caribe.

Nicaragua y Honduras comparten una pesquería importante de langosta, de la que depende el sustento de las comunidades locales, especialmente las comunidades indígenas miskitas.

En 2022, Honduras y Nicaragua exportaron 228,47 toneladas de langosta a Europa y gran parte de estas exportaciones llegó a Bélgica, Francia y España.

Pero este negocio lucrativo conlleva que cada vez haya menos langostas en el océano, mientras que los costes ambientales y sociales no dejan de aumentar.   Independientemente de su tamaño, cualquier langosta que se encuentra se captura, lo que supone una presión constante sobre esta especie.

Cuando las empresas compran colas de langosta del Caribe, pueden estar financiando la sobreexplotación de las comunidades costeras, la sobreexplotación del recurso (la langosta) y el consiguiente impacto que la explotación de este recurso tiene en los ecosistemas marinos y costeros.

Fabio Buitrago

Doctorando en Ecología Marina

Efectos de la sobreexplotación de la langosta en las comunidades indígenas miskitas

La sobreexplotación de este stock de langosta socava la sostenibilidad social de esta pesquería, especialmente entre las comunidades miskitas, pueblos indígenas binacionales que viven en los territorios fronterizos de Honduras y Nicaragua. En las comunidades miskitas –especialmente en el departamento de Gracias a Dios de Honduras– el nivel de pobreza es especialmente elevado. Como consecuencia de ello, la captura de langosta continúa siendo una de las principales fuentes de ingresos, a pesar de los grandes riesgos sociales y ambientales asociados a ello.

La sobreexplotación hace que las comunidades que dependen de ese recurso para sobrevivir se vuelvan cada vez más vulnerables y aumente el número de accidentes que se producen cada año para extraer este recurso.

Fabio Buitrago, Doctorando en Ecología Marina

A causa de la sobrepesca, actualmente los buzos miskitos tienen que permanecer varios días a bordo de los barcos pesqueros locales y sumergirse a mayor profundidad cada vez para capturar la langosta, a menudo con equipos de buceo deficientes y sin un apoyo social o derechos laborales. Esto aumenta el riesgo para los buzos y causa un mayor número de accidentes de descomprensión y de falllecimientos.

Embarcación artesanal miskita capturando langosta para consumo propio © Fabio Buitrago

A pesar de la creciente regulación, la pesca por buceo de langosta continúa

Varias iniciativas legislativas se han introducido en Honduras y Nicaragua para acabar con la pesca por buceo de langosta.

La pesca por buceo de langosta en esta pesquería también ha llegado a los tribunales internacionales. En 2021, la Corte Interamericana de Derechos Humanos dictó sentencia sobre las condiciones precarias en las que los miskitos trabajaban por la sobreexplotación del stock. Instó a Honduras a revisar su Ley de Pesca para aplicar mecanismos urgentes de control a todas las empresas pesqueras implicadas, para evitar la violación de los derechos a la vida, a la libertad frente a la discriminación y para favorecer las condiciones laborales, entre otras, de los pueblos miskitos.

Las empresas europeas que importan langosta del Caribe deben ser conscientes de que la presión continuada sobre este stock puede aumentar las vulnerabilidades ya existentes en esta región y los riesgos de abusos de los buzos miskitos, que dependen de esta especie para el consumo local y como fuente de ingresos. Para responder a este riesgo, resulta fundamental que las empresas abastecedoras de langosta procedente de esta región apliquen una trazabilidad exhaustiva como primera medida y, a continuación, establezcan procesos de diligencia debida que cubran toda la cadena de valor.

Si eres una empresa española de productos del mar y comercias con langosta del Caribe, es probable que te enfrentes a riesgos ocultos. Evitar contribuir a la degradación medioambiental o a las violaciones de los derechos humanos empieza por entenderlos.

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